Silvia Filler

Silvia Filler, fue una estudiante universitaria de 18 años, que cursaba el primer año de la carrera de Arquitectura de nuestra Facultad.
Fue asesinada durante una asamblea estudiantil en lo que hoy es el Rectorado de la Universidad de Mar del Plata – por esa época provincial, nacionalizada en 1975 -.
Su asesinato fue un crimen político cometido el 6 de diciembre de 1971, por el grupo parapolicial Concentración Nacional Universitaria –CNU- durante la dictadura de Lanusse, con la complicidad de otros estudiantes que conformaban el CEAU.
Desde entonces corrientes estudiantiles de las más diversas tendencias invocan su nombre como símbolo del activismo universitario.

Cátedras nacionales, cátedras paralelas, revisión de contenidos, discusión de perfil profesional, parte de los debates que, por aquel entonces, se daban entre estudiantes y docentes comprometidos.

El 3 de diciembre de 1971 dos estudiantes, Rafael San Martín y Hugo Torrado, lanzaron una pastilla de gamexane, como acto de repudio a un profesor cuestionado por su incompetencia por la casi totalidad del estudiantado, en un aula de la Facultad de Arquitectura de la entonces Universidad Provincial de Mar del Plata en la que dicho profesor dictaba clase a un minúsculo grupo de asistentes. Ese mismo día, los estudiantes fueron expulsados sin juicio académico por el Rector Carlos Raúl Pantín y en respuesta el Centro de Estudiantes (CEAM) convocó a una asamblea para el 6 de diciembre, en el Aula Magna de la misma facultad, ubicada en Alberdi 2621 (actualmente sede del rectorado).
Mientras se realizaba la asamblea, con alrededor de 300 estudiantes, que debatían qué medidas tomar, ingresó al recinto, un grupo perteneciente a la Concentración Nacional Universitaria (CNU), con el fin de disolver la asamblea estudiantil. En medio de un gran desorden, entre bombas de humo y explosiones, el escenario se convirtió en caótico. Al menos dos de los miembros del grupo de choque dispararon contra los estudiantes, causando la muerte de Silvia Filler, quien recibió un tiro en la frente. Otros cuatro estudiantes resultaron también heridos de bala: José Fiscaletti, Marcos Chueque -desaparecido durante la dictadura instalada en 1976-, Oscar Alberto Ibarra y Nestor Adolfo Vila. Frente a la facultad estaba apostado un móvil de la policía que se negó a intervenir. Silvia Filler fue llevada de urgencia a la Clínica Central donde se confirmó su muerte

Desde el momento de su muerte y los días sucesivos una multitud tomó las calles.
La despedida de Silvia fue contundente: cuadras y cuadras participaron del entierro. Al asesinato de Silvia le siguió una serie de protestas de sus compañeros, muchas de las cuales terminaban en jornadas represivas. La facultad se cerró hasta julio del año siguiente. Al malestar por el crimen, se fue sumando el apoyo de otros estudiantes, trabajadores y delegados de la CGT regional, que concluyó en un paro el 14 de junio de 1972. Esa jornada, conocida como «El Marplatazo», transcurrió con enfrentamientos entre militantes y el Ejército.
Las autoridades de la Universidad designaron un instructor sumariante, el Dr. Radreza quién realizó el sumario administrativo, cuyo resultado fue la expulsión de todos los estudiantes, miembros del CEAU, responsables de la convocatoria a la CNU.
El asesinato de Silvia Filler fue investigado por el juez Adolfo H. Martijena. Fueron procesados con prisión preventiva como responsables del delito de homicidio en riña Oscar Héctor Corres –próximo a recibirse de abogado y oficial de la Policía bonaerense-, Juan Carlos Gómez -con vinculación con la CGT local y permaneció varios meses prófugo-, Raúl Arturo Viglizzo, Marcelo Arenaza, Ricardo Alberto Cagliolo, José Luis Piatti, Alberto José Dalmaso, Raúl Rogelio Moleón, Eduardo Salvador Ullúa, Luis Horacio Raya, Eduardo Aníbal Raya, Oscar Silvestre Calabró, Ricardo Scheggia, Silvia Martín, Carlos Eduardo Zapatero, Beatriz María Arenaza, Carlos Roberto Cuadrado, Martha Silvia Bellini, Mario Durquet, Ernesto Macchi, Fernando Delgado, Eduardo Petrelli.
El 26 de mayo de 1973 el Congreso Nacional dictó una ley de amnistía que abarcó a los responsables materiales de Silvia Filler, aún sólo procesados. Nunca, ninguno de los procesados fue juzgado y condenado por su asesinato.
El asesinato de Silvia Filler fue una bisagra en la historia política y social de Mar del Plata.